Solitario
Juego de cartas clásico
de Appgeneration Software
Solitario
Juego de cartas clásico
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El Solitario es uno de los juegos de cartas más populares en todo el mundo. Tanto los adultos como los niños logran apreciar la tranquilidad de este juego y no hesitan en probar un reto siempre que quieren relajarse un poco.
En realidad, el término Solitario reúne varios juegos de cartas de un solo jugador cuyas reglas y modos de jugar pueden ser muy distintos.
Sin embargo, siempre que se habla de Solitario, la mayoría de las personas piensa de inmediato en la variante Klondike. Esta se ha convertido en la variante más popular y difundida después de su inclusión en el sistema operativo Windows 3.0, en 1990. Desde entonces su éxito no ha conocido límites.
El mismo Solitario Klondike tiene dos modos de juego, según la forma como se presentan las cartas en el mazo de reserva:
- Klondike Clásico (gira 1 carta)
- Klondike de Tres (gira 3 cartas)
El Klondike de Tres es el equivalente al modo difícil en este juego, ya que impide que el jugador pueda utilizar el mazo de reserva de una sola vez.
El Solitario, también conocido como Paciencia en muchos países, es un juego de cartas de un solo jugador. Aunque es una categoría en la que se incluyen diferentes variantes, todos los juegos de Solitario comparten algunos objetivos. En particular, en todas hay que organizar las cartas de una determinada forma lo más rápidamente posible y con un mínimo de movimientos.
El origen del Solitario es todavía discutido entre los historiadores. Algunos creen que el juego surgió en el siglo XIX, en Francia o en Alemania, mientras que otros aseguran que su creación está directamente relacionada con el crecimiento y expansión de las artes adivinatorias en Europa del Este.
Independientemente de su lugar de nacimiento, la versión más popular del juego, la Klondike, parece haber surgido en la zona de la fiebre del oro con el mismo nombre, en Canadá. Se cree que los buscadores de oro fueron los responsables por su creación o por lo menos por su difusión.
El juego es popular desde entonces pero solo ha alcanzado verdaderamente las masas gracias a su inclusión en el sistema operativo Windows 3.0 de Microsoft, en 1990. Como los ordenadores personales estaban todavía en sus inicios, la empresa vio en el Solitario una forma sencilla y entretenida de ayudar a sus utilizadores a practicar los movimientos con el ratón.
Libre de los inconvenientes de tener que barajar y disponer las cartas a cada nuevo juego, la versión de ordenador del Solitario Klondike conoció un éxito sin precedentes.
El tablero del Solitario Klondike está dividido en 4 zonas: las pilas, el mazo de reserva, el mazo de descarte (con las cartas no utilizadas del mazo de reserva) y las fundaciones.
El objetivo del juego es mover todas las cartas en el tablero hacia las cuatro fundaciones (una por palo). Esta transferencia sigue un orden ascendente, empezando con el as.
En el tablero están dispuestas 7 pilas en columnas. Solo la carta superior de cada una de estas se encuentra boca arriba. Las demás permanecen boca abajo. El jugador debe mover las cartas superiores para lograr girar las que están inmediatamente por debajo.
Para hacerlo, dispone de dos métodos: puede trasladar las cartas directamente para las fundaciones cuando la secuencia lo permite o mover las cartas entre las diferentes pilas para crear secuencias en el tablero. En este caso las secuencias deben ser descendentes (del rey al as) y en colores alternados.
El jugador puede mover las secuencias entre las pilas, pero solo las cartas superiores pueden ser trasladadas a las fundaciones. Los espacios vacíos en el tablero solo pueden ser rellenados con reyes.
El mazo de reserva está boca abajo y contiene las cartas que no han sido dispuestas en las pilas. El jugador puede llamar estas cartas a juego para crear secuencias en las pilas o en las fundaciones.
Al girar esta carta, tendrás más datos a los que analizar sobre el tablero. Podrás así evaluar con más precisión cuáles son los movimientos más eficientes para progresar en el juego.
Además, girar esta carta no involucra ninguna penalización.
La resolución de las pilas en el tablero debe ser la prioridad de cualquier jugador. Las cartas que se encuentran boca abajo son la clave para construir las secuencias en las fundaciones y ganar el juego.
El mazo de reserva debe ser utilizado sólo si ofrece una ventaja inmediata. De otro modo, estas cartas pueden ocupar espacios que más tarde serán necesarios para mover cartas importantes.
La mayoría de las estrategias para jugar al Solitario gira directa o indirectamente sobre el concepto de gratificación aplazada. Según este, el jugador debe posponer los movimientos que no ofrecen ventajas inmediatas en el juego para disfrutar de más plusvalías posteriormente.
En la práctica, esto significa que, si una transferencia no cambia la estructura del juego o desvela una carta oculta, no hay motivo para hacerla en ese momento. Esa carta o el espacio que ocuparía podrán ser importantes más tarde.
Hay una fuerte tentación para mover una carta hacia la fundación cuando surge la oportunidad. Sin embargo, puede resultar más productivo mantenerla en juego.
Esta carta puede ser necesaria para construir secuencias en las pilas para desvelar otras cartas. Si la carta equivalente no está disponible en el mazo de reserva, el tablero puede bloquearse sin más movimientos y el jugador pierde el juego.
Los espacios vacíos solo pueden ser rellenos con reyes. Si no hay un disponible en el tablero, no hay razón para liberar un espacio.
Además, al intentar vaciar una pila, se pueden crear secuencias que luego impedirán la transferencia de cartas importantes.
Es imposible construir secuencias sobre estas cartas en las pilas del tablero. Sin embargo, son la base de las secuencias en las fundaciones.
No hay ninguna ventaja en mantenerlas en juego, pero son útiles para empezar las secuencias de victoria.
El jugador pierde 100 puntos de todas las veces que gira totalmente el mazo de reserva.
Intentar memorizar las cartas en este mazo puede ser muy útil para ahorrar puntos, pero también para planear de forma más eficiente las secuencias que hay que construir.
Esta estrategia es útil para los jugadores que quieren terminar el juego con el máximo de puntos posible.
Su lógica es muy sencilla. Cada transferencia hacia las fundaciones vale 10 puntos, independientemente de su origen. Ya las transferencias desde el mazo de reserva hacia el tablero valen 5 puntos. O sea, si mueves la carta de la reserva hacia el tablero y luego hacia las fundaciones puedes incrementar tus ganancias y recibir 15 puntos.
Los reyes solo pueden ser trasladados hacia las fundaciones o hacia espacios vacíos en el tablero.
Cuando surge un rey en el tablero, el jugador debe centrarse en liberar una pila para lograr moverlo pronto. Mientras tanto, el rey estará a bloquear el acceso a las cartas boca abajo de la pila donde se encuentra.
Cuando en el tablero se encuentran dos cartas con el mismo valor y color y surge la oportunidad de mover una de ellas, puedes testar cuál es la que más ventajas aporta gracias al botón de "Volver".
Transfiere cada carta para ver cuáles son las que se ocultan por debajo. En el final puedes elegir mover la que desbloquea la carta más provechosa para progresar en el juego.
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